domingo, 31 de julio de 2011

Calor y teletransportación

Kora dice:

Domingo de rastro y mucho calor... De esos días que el aire parece tan espeso y tan caliente que no se puede ni respirar y sales de la ducha y ya estás sudando y te tienes que vestir, pero no entiendes muy bien para qué, con lo fresquito que se está en bolas.

En jornadas como esta echo más que nunca de menos vivir en Galway donde por "verano" se entienden máximas de 22 grados y chubascos intermitentes a diario.

Un foto para la nostalgia, tomada desde la ventana de mi restaurante chino favorito, The Ming Garden. Ojalá pudiera teletransportarme o directamente viajar en el tiempo.

sábado, 30 de julio de 2011

Sábado de casos y cosas

Kora dice:

Estos dos días libres, que dieron para mucho, y que dejaron también muchos planes en el tintero, como volver al restaurante argentino de la Calle del Pez y esta vez conseguir comer en él, mover ropa de casa en casa (lo típico, te traigo esto que se me ha quedado grande, me llevo esto que me lo quiero poner para una boda, sácame la ropa de cuando eras más joven, tita, que yo creo que ahora algo me servirá, etc) y, desgraciadamente, volver al Ikea, a comprar algo tan aburrido como unos hierros para apilar los platos en los armarios de la cocina y que ocupen menos espacio.

Pero después de cuarenta y ocho horas de asueto, tocaba volver a la realidad, y ha sido bastante duro. Esta mañana venía en coche directa al trabajo y cada vez que veía un cartel, pensaba, ¿y si me voy a pasar el día allí?, había cosas que tenían cierto sentido: Badajoz, pues si, claro, apetece irse a pasar el día o el fin de semana a Extremadura, claro. Zaragoza, y yo es que no conozco Zaragoza, normal que me pique el gusanillo, pero es que según me iba  acercando a mi destino ya me valía cualquier cosa, leí "Vía de servicio" y pensé: y si tiramos por la vía del servicio que ya llegaremos a algún sitio donde al menos nos den de comer...


Al final: una tarde larguísima de trabajo y sin ganas de salir esta noche... Me voy a reservar para ir mañana al rastro a ver si encuentro una zapata para mi trípode porque para hacer fotos sin flash me las veo y me las deseo.

Como lo prometido es deuda, aquí una foto de mis brogues nuevos color taupé (que por cierto en francés significa topo, pero sus topos deben ser más claritos que los nuestros, porque el color no se parece demasiado.





Ya que estoy en la línea de cosas inanimadas... Me muero de ganas de estrenar el cinturón que me ha regalado Víctor hace unos días, pero no se me ocurre con qué combinarlo, bueno, si, pero se me ocurren tantas posibilidades que no me decido, solo lo miro arrobada como una urraca, porque es tan brillanteeeee.








Empatado como mi cinturón favorito con este que me compré hace poco de segunda mano, y que me gusta tanto que no puedo parar de sufrir porque está muy viejecito (es lo que tiene el vintage, que a veces es como si llevaras puesto a tu abuelo, que ya no está para muchos trotes) y me da miedo que se me rompa.








Por último os voy a contar un secreto, la última vez que fuimos a Las Rozas Village, compré este colgante dorado para mi tía que cumple años dentro de poco. Es curioso pero a mí hasta este año no me gustaban nada las cosas doradas y de repente me ha dado como una especie de fiebre. El caso es que lo miraba y lo miraba cuando veníamos de camino de Madrid, y pensaba ¿y si me lo quedo?, cuando ya no me pude resistir fue cuando lo saqué para envolverlo mejor  descubrí que se le mueven los ojitos. Así que ahora el cumpleaños de mi tía es el día 3 y tengo que buscar un regalo corriendo... Intentaré que sea algo que solo le guste a ella, para evitar tentaciones.




Y eso es todo amigos, feliz fin de semana para quien lo esté disfrutando.

viernes, 29 de julio de 2011

Last day

Víctor dice:

Últimamente me estresan cada vez más los cambios. Y no hago más que cambiar y cambiar y cambiar... parezco una quinceañera frente a su armario lleno de ropa y nerviosa perdida por no saber qué ponerse.

Ayer mismo teníamos planes, ¿y qué pasa cuando planeas ir a algún sitio con ilusión?... pues que aparece Murphy tras la esquina y te dice: ¡Qué!, ¿tenías planes?, me da igual, ¡te los voy a fastidiar!.

Salí del metro de Tribunal, y con mi astucia y mi GPS incorporado en mi cabeza volví a perderme (el GPS existe, está en mi cabeza, pero está desactualizado, no tiene batería y cuando funciona me hace ir justo por donde no es). La calle Pez es fácil de encontrar, eso si, si vas en coche, con tu aire acondicionado y a 25 graditos... eso si, ponte a buscar la calle Pez, si vas tarde, con la ropa de trabajo, con un Sol de justicia y corriendo más que caminando... imposible.

Total, cuando llegué a la Calle del Pez y nos metimos en el restaurante nos dijo la camarera que sólo le quedaba chorizo de vaca o filetes empanados de segundo, y que se había acabado la carne sin rebozar (si no lo habéis leído en otro post, íbamos a ir a un argentino). Total, no se si la camarera se llamaba Señorita María Murphy, pero nos dejó sin degustar las carnes que Kora me había propuesto con tanto ánimo.

Nota mental 1: Un día malo, si es con Kora, puede ser bueno.

Nota mental 2: Matar a Murphy cuando le vea.

jueves, 28 de julio de 2011

Perdido uno, perdidos todos

Kora dice:

Hoy me he dado cuenta de que el ansia de estrenar enseguida a veces juega en contra de uno mismo. Habíamos quedado para comer en el centro y yo no podía esperar para quitarle las etiquetas a mis nuevos vaqueros con manchas de lejía. El caso es que ya al ponérmelos he pensado "que tejido más gordito" pero como no soy nada calurosa (más bien lo contrario), pues he pensado que no importaba. Pero si importaba. Caminando a 35 grados a medio día por la Gran Vía, era algo de importancia vital... Menos mal que cuando por fin hemos llegado al Friday´s (quería poner un enlace, pero la página web es la del grupo Vips), hemos ido empalmando de aire acondicionado en aire acondicionado, del restaurante al coche, del coche a Ikea, del Ikea a Primark y fin.

De la comida no hay mucho que contar, de momento como estoy terminando la segunda fase de una dieta bastante estricta cuando salgo a almorzar, miro la carta y en vez de escoger lo que quiero, tengo que conformarme con "lo que puedo", y claro, no se disfruta igual. La del Ikea era un visita obligada para comprar una cortina de ducha, y mañana tendré que volver a Primark a devolver unos pantalones fucsias que me he comprado sin probarme y habiendo olvidado momentaneamente, como le pasaba a Buzz Lightgear en Toy Story, el rosa no es mi color (al menos, no en tan grandes cantidades).

¿Lo mejor del día? sin duda la compañía y mis nuevos brogues de color indefinido, según la etiqueta, taupe... Mi abuela los hubiera llamado "color panzaburra" y yo... Yo a ver si me acuerdo de colgar una foto mañana que es más fácil que intentar explicar que es un marrón que tira a rosa, pero no tanto como un nude...


Dejo unas fotos de mi outfit, de la guarnición que se quedó en mi plato (puré de patatas con queso cheddar y judías con mantequilla de ajo) después de que yo devorara el filete de ternera, y de mi triste "postre"... Un té con sacarina.








miércoles, 27 de julio de 2011

What's next?

Mañana me toca ir al Sitting Bull con Kora... la verdad es que estaba expectante por saber cómo iba a ser el restaurante y qué mejor forma de abrir boca que buscando por Internet. Pues bien, si tecleas Sitting Bull en Google, en su buscador aparecen un montón de enlaces y el primero no es el del restaurante (mal por el posicionamiento, querido restaurante, tendré que hablar con vuestro encargado cuando vaya mañana).

En su lugar, aparece una divertida tienda que me ha llamado la atención, sobre todo a estas alturas de mes que no me queda un duro en la cartera y que estoy ansioso de cobrar (pero comprar mentalmente no requiere dinero).

Victor dice: No visites este sitio que te vicias y acabas comprándolo todo. No pinches aquí.

Si ya es tarde y has pasado de mi consejo... lo siento, te lo advertí. Es como un IKEA pero en versión fina y para gente cosmopolita. Ois.

Aquí tenéis lo que más me ha gustado de la tienda. Si hay algun@ admirador@ que quiera colaborar con la causa y comprármelo se puede poner en contacto conmigo y hacerme feliz. Si no... esperaré a que alguien lo haga.

The Bull - Puf 130x190cm
Fuente: Ambientedirect.com


Ya mañana conoceré como será el restaurante y haré fotos para que sepamos un buen sitio donde poder comer. Porque si Kora come, y le gusta el sitio... no se puede decir nada más.

martes, 26 de julio de 2011

Sitting Bull

El miércoles pasado fui a comer a un restaurante argentino que no conocía y que creo que se va a convertir en mi parrilla de cabecera. El sitio se llama Sitting Bull y aunque la decoración aturde un poco, una vez que dejas de buscarle una explicación a tanto indio y tanto vaquero, no dejas de disfrutar... Ni siquiera a la hora de pagar. En esta ocasión Víctor no venía, así que esta semana me tocará repetir para ir con él, lo cual no es ningún sacrificio.

 Cuando salí de casa no tenía muy claro donde iba a acabar así que arreglá pero informal, con shorts negros y blusa verde, que confieso que me puse con la única intención de estrenar ese collar de bolas de colores que compré en Holanda en el H&M hace un par de años y que ha aparecido en un cajón con la etiqueta puesta y todo... Cuando viajo compro y cuando vuelvo se me olvida, que desastre, aunque por otro lado, la ilusión que me hizo encontrarlo cuando ya no recordaba haberlo visto en mi vida no tuvo precio.

Al final entre unas cosas y otras pasamos todo el día fuera, paseando por el centro, haciendo fotos y buscando varios regalos de cumpleaños, que se nos echan encima, y fue una jornada estupenda, a la que solo encontré una pega, y no fue que me hicieran daño las sandalias, como era de esperar, porque eran nuevas y además yo no soy muy hábil andando con zapatos altos (con cuñas aún, pero con tacones no doy dos pasos iguales, soy una mezcla entre robocop y chiquito de la calzada), no, las sandalias tuvieron muy buen estreno, lo malo, que nunca me acuerdo de no ponerme pantalones cortos cuando me voy a ir a sentando en restaurantes y cafeterías, porque con el calor, me quedo pegada al plasticurri de las sillas, y luego cuando me levanto es como si me dejase los muslos por detrás en carne viva ¿soy la única a la que le pasa? ¿qué hace el resto de la gente? ¿llevan medias muy finas que no se ven? ¿se sientan sobre la servilleta?. Si alguien tiene la respuesta, por favor, que me lo explique.



De lado

De frente

Estrangulamiento con el bolso

El collar que se hizo vintage en casa

La mitad de un look lo dan los complementos

Saber no elegir

Se dice que ya que no podemos elegir a nuestra familia, menos mal que si podemos escoger a nuestros amigos, pero yo nunca he tenido la sensación de escoger a los míos. Si no de haber sido escogida, a veces casi por la fuerza, aunque tampoco demasiada, porque el mismo entusiasmo que he puesto toda mi vida en hacer amigos, es el que he puesto para resistirme cuando alguien ha decidido honrarme con su amistad: entusiasmo nulo.

Pese a mi absoluta falta de interés, he de reconocer que he tenido mucha suerte. Víctor me escogió (puede que esperando que se le contagiara algo de mi asombrosa sangre fría para las entrevistas de trabajo), y lo que es aún más alucinante es que me sigue aguantando después todos estos años, aunque en algunos momentos no me soporto yo.

¿Qué es lo que hace que una amistad dure? ¿la lealtad? ¿los intereses comunes? ¿vivir con tu mejor y único amigo en una isla desierta? No lo sé, pero creo que lo que nos mantiene unidos a nosotros es el hecho que él es todo lo que yo querría ser, si fuese un hombre. Una versión peluda y muy mejorada de mí, en king size.

No se me ocurre nadie mejor con quien empezar un proyecto como este, porque hablar de todo un poco siempre es más fácil con quien estamos acostumbrados a hablar de todo, todo.

Todo tiene un comienzo

Todo empezó hace ya unos pocos años. Éramos jóvenes, sin dinero y despreocupados (ahora seguimos siendo jóvenes, sin dinero y despreocupados pero con algo más de experiencia y alguna cana tonta). Teníamos ganas de comernos el mundo, o al menos, comernos a algún asegurado impertinente que nos estuviera poniendo la cabeza como un bombo.
Yo llegué pronto a la entrevista para ocupar un puesto de teleoperador en una compañía de seguros, y me hicieron esperar en un recibidor donde estaba ella. Una morena de ojos negros, perfectamente peinada, y con un look entre felino y oriental que me hacía fijarme como lo hacen las moscas al aparato aniquilador de color azul que adorna muchas terrazas de verano...
Tuve que empezar la conversación...
- Hola soy Víctor...
Normalmente, si sois asiduos a la lectura, os habríais esperado que después de este guión viniera otro (con la respuesta al "Hola, soy Víctor", tipo - Hola, soy Kora, encantada). Pero en este caso nunca llegó la contestación.
Levantó su mirada del libro, echó un vistazo de arriba a abajo, me hizo su test "anticapullos" y debí sacar un notable alto. La segunda mirada de aquella morena de ojos negros fue directa al libro que tenía en sus manos. Debió de ser más interesante la lectura que hasta entonces estaba haciendo que la posible conversación que el capullo de notable alto podría ofrecer.
Lo más increíble fue que pensé... ¡vaya!, ¡que tía tan borde!. Debe de ser de las típicas que van perdonando vidas por las discotecas...
En mi opinión, las primeras impresiones siempre son importantes, y para éstas yo tengo un radar que normalmente nunca falla, aunque a veces necesita alguna actualización. Con Kora me sucedió esto mismo. Al principio pensé que era la tía más engreída que me había encontrado en mi vida. Altiva y con un ego que no le cabía en el pecho... pero me equivoqué, es una tía engreída, altiva y perdonavidas pero maja (bueno, realmente no es ni engreída, ni altiva, ni perdonavidas, es simplemente Kora, y tiene un Korazón que no le cabe en el pecho).
Creo que las situaciones críticas (como lo es una entrevista de trabajo, un funeral, o que se haya acabado la Coca Cola Light y estemos en pijama en casa y a doce kilómetros del Chino más cercano) son afrontadas por Kora de una forma bastante personal. El escudo que todos nos ponemos puede tener muchas formas, y en su caso es se materializa en frialdad y serenidad.
Yo estaba literalmente "cagao" por la entrevista y es cierto que todavía no me acostumbro a ellas (aunque día a día las voy haciendo mejor). Cuando estoy en esos momentos críticos, me da por hablar y hacerme el simpático (estoy todo el día con la típica sonrisa tonta y nerviosa en la boca, y ya me pueden contar el peor chiste del mundo que me partiré el culo). En el caso de Kora, es totalmente lo contrario. Ella coge su libro, y ya puede pasar por su lado Hugh Jackman que le hará esconder sus garras de Lobezno para convertirlo en un tierno gatito mojado y acojonado.
Ese es parte de nuestro encanto... somos rarunos, animales desorientados y alejados de la mandada... estamos representados por el típico cervatillo que se pone a beber agua pasando de toda su manada. Incluso cuando una leona viene a mordernos el culo, nosotros la miraríamos pensando, ¡vaya!, ¡esta leona tiene sed y viene a beber conmigo!. Y es más, si ya nos estuviera mordiendo el culo..., nosotros seguiremos bebiendo agua ajenos a nuestro instinto de supervivencia ya que, con nosotros, no va.