Victor dice:
¿Por qué cuando busco algo nunca lo encuentro?. Es como si los astros jugaran en mi contra y se partieran el culo mirándome desde arriba y gritándome ¡imbécil!, ¡retrasado!, y cosas parecidas. Es verdad que a mi me dices que te busque un elefante dentro de un circo y me puedo tirar mis veinte minutos para encontrarlo... y cuando por fin lo encuentro pienso, ¡normal que no lo encuentre!, ¡si estaba mimetizado con el escenario!. Soy un desastre en eso y en muchas otras cosas que ya os iré desvelando, pero este año, sinceramente pensé que iba a ser distinto.
Hay tradiciones que cumplimos a rajatabla. Entre una de ellas está el llevar ropa de color rojo para recibir al año entrante. Pues a mi, todos los años se me antoja comprar alguna prenda de ropa... Un año un peto vaquero, otro año una camisa negra de manga corta, otro año una cazadora de cuero negra... Pues bien, este año era el turno de la americana de tercipelo (y admitía dos colores, o rojo burdeos o negro)... y si, me ha sido tarea imposible encontrar una, y ya no digamos de mi talla 60 de hombros.
Es curioso como algunos dependientes te miran como si fueras un monstruo mientras te dicen: lo siento señor, sólo llegamos hasta la 54 pero dan talla, ¿se la quiere probar?. Y ahí estoy yo con la 54, intentando meter el brazo mientras le miro al dependiente y le digo, mejor déjelo. Ya me voy a mi cueva con mi autoestima dañada a comer niños.
Ni Corte Inglés, ni Rozas Village (a un precio aceptable, porque 300€ no me lo parece), ni medio Madrid. Me ha faltado coger el coche e irme a Arteixo a hablar con Amancio Ortega para que me explicara sus tallas. Una XXL no puede ser una 54. En una XXL tendría que entrar él, pero no se viste con sus marcas porque simplemente no entra.
Así que este año tendré que recibirlo con americana, chalequito y corbata... a falta de pan, buenas son tortas.
Hay tradiciones que cumplimos a rajatabla. Entre una de ellas está el llevar ropa de color rojo para recibir al año entrante. Pues a mi, todos los años se me antoja comprar alguna prenda de ropa... Un año un peto vaquero, otro año una camisa negra de manga corta, otro año una cazadora de cuero negra... Pues bien, este año era el turno de la americana de tercipelo (y admitía dos colores, o rojo burdeos o negro)... y si, me ha sido tarea imposible encontrar una, y ya no digamos de mi talla 60 de hombros.
Es curioso como algunos dependientes te miran como si fueras un monstruo mientras te dicen: lo siento señor, sólo llegamos hasta la 54 pero dan talla, ¿se la quiere probar?. Y ahí estoy yo con la 54, intentando meter el brazo mientras le miro al dependiente y le digo, mejor déjelo. Ya me voy a mi cueva con mi autoestima dañada a comer niños.
Ni Corte Inglés, ni Rozas Village (a un precio aceptable, porque 300€ no me lo parece), ni medio Madrid. Me ha faltado coger el coche e irme a Arteixo a hablar con Amancio Ortega para que me explicara sus tallas. Una XXL no puede ser una 54. En una XXL tendría que entrar él, pero no se viste con sus marcas porque simplemente no entra.
Así que este año tendré que recibirlo con americana, chalequito y corbata... a falta de pan, buenas son tortas.